ECONOMÍA DEL BIEN COMÚN
¿Por qué presento este tema en un blog sobre
pensamiento creativo? Porque Christian
Felber (y todos sus seguidores, entre los que me incluyo) cuestiona los modelos
existentes, propone alternativas y nos exhorta a cambiar de paradigma cuando
constata que el paradigma económico que rige nuestras vidas no nos hace
felices.
Puedes ver el video completo de la conferencia en You Tube, hoy no he podido subirlo.
www.youtube.com/watch?v=M2uTcjNlIig (1 hora y 13m)
Resumen de la conferencia de
Christian Felber, miembro fundador de Attac y fundador del movimiento EBC, en
el Museo Nacional de Arte de Cataluña, con motivo de la obtención del
certificado de Responsabilidad Social (IQNet SR10), auspicia la Universidad Pompeu Fábrega, en Barcelona , Noviembre 2013
Christian Felber comienza su
conferencia comentando sobre las actuales negociaciones entre la Unión Europea
y Estados Unidos para crear una zona de libre comercio. Estas negociaciones se están realizando a
altos niveles, de espaldas a los parlamentos nacionales y por supuesto, de
espaldas a la ciudadanía. Se están incluyendo
cláusulas leoninas que trascienden a la prensa de tanto en tanto. Christian Felber pone como ejemplo algunas
cláusulas que ya existen en acuerdos similares, en el caso por ejemplo entre
Uruguay y Estados Unidos. Una de esas
cláusulas permite a Philip Morris demandar al estado uruguayo por la suma de
2.000 millones de dólares por el daño a su negocio causado por la prohibición
de fumar. ¿Parece increíble? Es el tipo de cosas que pueden suceder si,
como ciudadanos, delegamos todo nuestro poder en los políticos.
Y sí, la Unión Europea tiene sus ventajas,
pero también el grave problema de que las decisiones se toman cada vez más lejos del
control ciudadano. Creo que esta introducción,
que no tiene una vinculación directa con la propuesta de la EBC, es un llamado
a que los ciudadanos nos impliquemos en el diseño del mundo en el que queremos vivir.
A
pesar del bienestar económico actual en Austria y Alemania, el 90% de sus
ciudadanos no aprueba el orden económico actual. Expresan que no pueden vivir según sus
valores en las circunstancias actuales.
No pueden vivir los valores que harían florecer las relaciones humanas. La Constitución de Baviera, en su artículo
151 dice que “Toda actividad económica sirve al bien común”. Y el artículo 157, “La formación de capital
no es un fin en sí mismo, sino un medio para el despliegue de la economía”. La Constitución italiana en su artículo 41 dice
que “La iniciativa privada es libre. Sin
embargo no se puede desenvolver en contra del beneficio de la comunidad”. La Neurobiología afirma que si hacemos florecer las relaciones humanas aumentamos nuestra motivación (motivación= mover a la acción), nuestro rendimiento y por
supuesto, allanamos el camino hacia la felicidad. C.F. pide al público que enuncie los valores que harían florecer sus relaciones. El público va enunciando: solidaridad, cariño, paciencia, empatía, conciencia, respeto, confianza, paz, sinceridad, cooperación, lealtad, transparencia… después de recibir las respuestas del público, C.F. pregunta cómo se siente cada persona, si alguien ha escuchado algún “NO” en su interior mientras se escuchaban esas palabras…A continuación les pide enunciar los valores que rigen a la mayoría de las grandes empresas, movidas por el objetivo primordial del afán de lucro. Del público llegan las palabras egoísmo, avaricia, engaño, agresividad, prepotencia, abuso, desmesura, stress, traición…y entonces les pregunta cómo se sienten con esos valores, si creen que pueden hacer florecer las relaciones humanas...
Para
vivir de manera que florezcan las relaciones humanas, que nos traen la
felicidad, necesitamos un cambio de
paradigma acerca de lo que consideramos éxito. Hoy en día, a nivel macro, decimos que los
países más exitosos son los que tienen un mayor PBI (producto bruto interno) y
a nivel micro, decimos que una empresa o una persona tiene más éxito si tiene
más beneficio económico. Tenemos que
comenzar a relacionar éxito con contribución al bien común. En la nueva economía PBI será la sigla de “producto
para el bien común” y beneficio será igual a contribución al bien común. En lugar de competencia y afán de lucro, las
empresas serán empujadas, por una
sociedad más consciente, hacia la cooperación y el afán de contribuir al
bien común. Al cambiar las reglas de juego, las empresas no solo se verán
empujadas por la sociedad, sino que les será económicamente viable seguir las
normas y valores éticos.
¿Qué
propone la EBC (Economía del Bien Común)? ¿Cómo implementamos estos cambios?
En
los balances contables, las empresas reflejan solamente sus costos y sus beneficios
económicos. La EBC propone realizar un balance del bien común. A continuación, así como existen
certificaciones de calidad de producto y certificaciones medioambientales (no
muy generalizada aún), este balance del bien común sería tomado en cuenta para certificar la empresa en la medida de su
contribución al bien común. Los
productos serían etiquetados conforme a esa certificación. De esta manera, como ciudadanos, tendríamos
la información suficiente para tomar nuestras decisiones de consumo. En la economía clásica se dice que los
mercados son eficientes, es decir que siempre se llega a un equilibrio entre los
intereses de la oferta y la demanda.
Pero esta teoría supone que las decisiones se toman de manera racional e
informada (Estudios realizados por el
psicólogo Daniel Kahneman, premio nobel de economía del año 2002 por dichos
estudios, y otros psicólogos y neurólogos, demuestran que nuestras decisiones no
son racionales en la mayoría de los casos, ver el libro: Pensar rápido, pensar
despacio de D.K.) Y si, por otra parte, no
tenemos suficiente información…aún peor.
La
EBC propone que los gobiernos recompensen a las empresas que, a través de su
trabajo, contribuyan al bien común, ya que cumplir con normas y valores éticos
cuesta más dinero que no hacerlo. Podrían
existir tasas diferenciadas de IVA, tasas diferenciadas de aduanas, créditos
con intereses más bajos, prioridad en las compras públicas, cooperación de la
investigación universitaria con las empresas, etc. Actualmente se da la paradoja de que cuanto menos contribuyen
las empresas al bien común, más
beneficios económicos obtienen. Si
tuvieran que presentar el Balance del Bien Común, y si a partir de este
tuvieran un trato diferenciado por parte de las administraciones públicas, de los bancos y de los mismos clientes, las
cosas empezarían a cambiar.
La matriz para el balance del Bien Común tiene en cuenta valores y grupos de contacto o niveles
de acción. Entre los valores, el respeto
a la dignidad humana, la solidaridad, el cuidado del medio ambiente y la
sostenibilidad ecológica, la justicia social, el reparto equilibrado de la
renta, la igualdad de oportunidades, la participación democrática, la
transparencia, las condiciones de trabajo, etc.
Entre los niveles de acción, los propietarios, los empleados, los
proveedores, los financiadores, los clientes, las futuras generaciones.
En
Cataluña, los primeros grupos de apoyo a la EBC comenzaron a reunirse en
febrero de 2012, la Asociación Catalana del Bien Común se constituyó el 6 de
noviembre de 2013. Existen grupos de
trabajo en numerosos países, más de 150 empresas ya han implementado el Balance
del Bien Común, también lo han hecho dos universidades en Suiza y algunos
municipios están estudiando su implementación.
Para
ponerte en contacto con la EBC Cataluña, puedes escribir un e-mail a: ebccatalunya@hotmail.com
Web
de la EBC en castellano: www.economiabiencomun.com
Si te interesa y puedes colaborar, se
está haciendo una campaña de crowdfunding para financiar un film documental
sobre la Economía del Bien Común